“de la mar el Mero y de la tierra el cordero”
Cualquier persona que se precie de ser carnívora no puede negar que la carne de cordero es simplemente única, ni las carnes derivadas de la vaca, el buey o el búfalo la pueden igualar, a la hora de comer un bocado de una buena pieza de cordero, carnero o borrego no hace falta que alguien defienda sus atributos, solita se abre camino en el paladar, se impone. La diferencia entre cordero y carnero reside solo en la edad del animal a la hora de ser sacrificado, pero tratemos de no pensar en sacrificios, no es agradable la imagen de un cordero mirando lánguidamente a su verdugo antes de que éste le quite la vida, y mucho menos imaginarnos la sangre que resultará de tal acto, dejemos mejor que los vegetarianos la imaginen y sigan argumentando en base a eso su negativa a comer carne, total ellos se lo pierden…
Desde que hicimos la nueva carta para el restaurante del Hotel Nueva Paz teníamos intenciones de incorporar tanto el cordero como el carnero, pero nos topamos en ese momento con que no existían formas de que alguien nos surtiera con regularidad el producto, afortunadamente hemos resuelto ese problema de forma un tanto inesperada y si bien no contamos todavía con un proveedor si sabemos dónde conseguirlo y podemos prescindir de ello, por esa razón nos hemos motivado a hacer algunas recetas sencillas inclinadas más que nada a resaltar el singular sabor de esta carne para proponérselo como sugerencia los fines de semana.
El cordero obviamente tiene un sinfín de preparaciones, lo que estamos haciendo en la cocina del hotel es simplemente dejarlo que hable por sí mismo, solo le ayudamos con un poco de condimentos y hierbas escogidos de tal forma que no sustraigan el sabor original sino que le ayuden a seguir siendo lo que es…
Si no es usted vegetariano lo invitamos a que venga y lo pruebe… y si lo es de todos modos venga que también tenemos cosas para usted.
Héctor Mora Pacheco
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